lunes, 8 de abril de 2013

Historia de los Hijos de la Caída

La historia de los Hijos de la Caída empieza en la Era Oscura de la Tecnología, unos pocos años antes del comienzo de la Herejía de Horus. Una gigantesca nave de colonización viajaba hacia el Segmentum Ultima a través de la Disformidad, cuando se vio atrapada en una Tormenta Disforme y la tripulación quedó en éstasis mientras la nave continuaba su rumbo.

Cuando volvieron a la normalidad, se encontraban más allá del Borde Este. La Herejía había sucedido hacía varias décadas, pero nadie sabía sobre este suceso. Perdidos en medio del espacio, aterrizaron en el primer planeta habitable que localizaron, y lo denominaron Geminga.

Lo siglos pasaron, y lentamente una pequeña civilización floreció en el planeta. No tenían manera de entrar en contacto con el Imperio, ya que ignoraban su posición exacta, y estaban demasiado lejos como para detectar la baliza psíquica del Astronomicón; pero esto también implicaba que estaban a salvo del Imperio. Puesto que no habían perdido los conocimientos del la Edad Oscura, su tecnología era muy superior a la del resto de la humanidad.

Eventualmente, lograron detectar la señal del faro psíquico. El gobierno decidió enviar una nave para investigar, ya que desconocían de la existencia del Astronomicón. Esperaban encontrar el Imperio que hacía tanto tiempo habían dejado atrás.

Por supuesto, no fue así. La en un día gloriosa humanidad se había visto reducida a apenas un cadáver podrido de lo que era antes. Un régimen totalitario e ignorante, que a la vez odiaba y temía a todo lo que no era humano. La nave fue capturada por la Inquisición y la tripulación interrogada. No pudieron dar información detallada sobre la localización de Geminga, ya que el Capitán destruyó los archivos cuando fueron abordados. Toda la tripulación fue considerada como Herejes y ejecutada. Se redactó un informe sobre este evento, pero nunca tuvo impacto real. Quizá se perdió en las profundidades del Administratorium, o quizá nadie lo consideró nada más que un hecho aislado.

Sin embargo, Geminga sí que supo de estos sucesos, gracias a que se les envió un mensaje encriptado. El gobierno hizo una votación popular para decidir el rumbo de acción. La vasta mayoría prefirieron permanecer ocultos, por lo que pudiera pasar. Una minoría apenas mencionable quería lo contrario: Darse a conocer al Imperio para tratar de ayudarle a salir del pozo de oscuridad en que había caído. Este pequeño grupo, considerado en su día como apenas un culto aislado, tomó el nombre de Los Hijos de la Caída.

Nada cambió durante siglos, hasta que se alcanzó un evento histórico. Una invención que permitía enviar diminutas cantidades de energía de un lugar a otro de manera instantánea. Al aparato se le denominaba Radio de Taquiones, ya que su único uso real era el envío de información.

Sin embargo, con el tiempo una idea diferente surgió. Uno podría crear un cuerpo mecánico y controlarlo a distancia, o incluso mediante conexión neuronal, dado que el conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro lo permitía. Lo que es más, se podría fabricar un cuerpo orgánico artificial y vivir a través de él.

Esta idea, al principio inocente, acabó por provocar una ruptura en la sociedad de Geminga. Parte de ellos querían vivir sólo con sus cuerpos sustitutos (A menudo llamados Corpus), y el resto quería que fuesen prohibidos, por considerarlos 'Antinaturales'. Al principio sólo causó ataques aislados contra los primeros. Pero la tensión acabó por aumentar hasta el punto en que se inició una guerra civil.

El resultado era el de esperar. Los Corpus podían ser sustituidos. Las vidas humanas, no. Tras una guerra que duró veinte años, sólo una tercera parte de la población estaba viva. Los supervivientes eran Sustituyentes u opositores que acabaron por rendirse y aceptaron vivir a través de Corpus.

Durante las Guerras Fraticidas, como se denominó a ester periodo, se hizo común el enterrar las cápsulas que contenían los cuerpos reales en búnkeres subterráneos para que no sufriesen daños. Cuando la guerra finalizó, esta costumbre continuó, pero llevada al extremo. Filas y filas de cápsulas se alineaban bajo tierra, cada una de ellas con un complejo sistema de soporte vital que hacía que el salir de la cápsula fuese innecesario, y hacía virtualmente inmortal al usuario.

Los cuerpos reales estaban atrofiados y escuálidos, pero a nadie le importaba. La mayoría de la gente apenas pensaba que en realidad el cuerpo a través del cual vivían y sentían no era más que algo artificial.

La reconstrucción de Geminga duró varias décadas. La superficie del planeta se vio cubierta de ciudades y fábricas casi por completo, y los cielos se llenaron de polución. La población alcanzó valores récord, casi cercanos a la sobrepoblación. Fue en esta época cuando el movimiento de los Hijos de la Caída resurgió con más intensidad. ¿Ya que se habían vuelto inmortales, por qué no invertir parte de sus esfuerzos en ayudar al Imperio?

Finalmente, con la subida al poder del Gobernador Alexander Sanders, considerado por muchos como un tirano, la situación cambió por completo. Prohibió de manera inmediata la presencia de Corpus activos en Geminga, y obligó a todos los habitantes a abandonar el planeta. Para asegurarse de que no se desataba otra guerra civil, planeó cuidadosamente el golpe. En una sola noche, los robots que se encargaban de mantener la seguridad ejecutaron a todos los Corpus. A la vez, lanzó pequeños cargueros llenos de Corpus en perfecto estado a los otros planetas de la cercanía. Algunos regresaron, y fueron ejecutados de inmediato.


Todos los habitantes se vieron forzados a buscar un nuevo lugar para vivir, con lo que se dispersaron a lo largo y ancho de la galaxia. Después comenzó la construcción de defensas. El planeta fue cubierto por gigantescas estructuras defensivas, cañones láser del tamaño de un crucero de batalla y gargantuescos generadores de escudo.

Los Hijos se establecieron en secreto en millares de mundos. Cada uno vivía como quería, sin que nadie les pudiera obligar a lo contrario. El objetivo de restaurar el antiguo Imperio quedó sólo de fondo, ya que ante la libertad que de repente se les ofrecía la inmensa mayoría prefirió dar rienda suelta a sus deseos. Este estilo de vida comenzó hará unos 5.000 años. Desde entonces muy pocos de ellos han muerto, y su número ha aumentado lentamente.

Los Corpus Estándar usados hoy en día por los Hijos son una modificación extrema de un cuerpo humano normal, basado en los genes del usuario. El tejido muscular es más espeso y fuerte, dándoles la fuerza y el peso de un Astates con el tamaño de cualquier otro humano. Sin embargo, duran apenas unos treinta años antes de envejecer con rapidez. Cada vez que un Corpus es destruido, uno nuevo se produce en el plazo de una semana.

Al principio los Cospus se enviaban a un lugar concreto, solicitado por el propio Hijo, a través de naves espaciales, pero este sistema se demostró pronto que era ineficaz. Para ellos, se creó
el llamado Erretter. Este artefacto del tamaño de una ciudad se ocupa de producir transferir los Corpus y equipo producidos en Geminga (Y otros planetas cercanos) a donde se les solicite.

Gracias al cableado de plata que conecta los Hijos con sus Nexos, y los escudos psíquicos, son completamente inmunes a los ataques directos de los Demonios. Sin embargo, a lo largo de la historia algunos se han unido voluntariamente al Caos. Tras unos pocos incidentes que acabaron con graves pérdidas de vidas, se instaló un sistema en cada cápsula que incineraba el usuario si se detectaban trazas de posesión demoníaca.

Como sistema adicional de seguridad, hay siempre Automatones y Dreadnoughts Parva patrullando el complejo de túneles que contiene las cápsulas. El incidente más grave detectado hasta la fecha acabó con la muerte de más de setecientos Hijos a manos de un poseído especialmente poderoso. La incineración se instauró tras este suceso.

Por seguridad, cualquier nave que se acerque al sistema solar que contiene a Geminga es inmediatamente destruida sin aviso previo por los sistemas orbitales automáticos. Hijos de cada esquina de la galaxia son llamados para atacar y aniquilar la amenaza. Incluso la pequeña luna que orbita alrededor del planeta, Genix, ha sido transformada en un gargantuesco acorazado. Afortunadamente, está tan lejos de los dominios del Imperio que muy pocas naves llegan ahí, en cuanto a las desapariciones, los Hijos infiltrados en el Imperio se ocupan de que no sean investigadas.

Hasta el momento, nadie se ha acercado a la órbita del Gamatea, al sol de Geminga. La Flota Enjambre Ibayasam fue lo que estuvo más cerca, pero fue completamente exterminada por los Hijos a lo largo de una larga campaña, antes de que pudiera ser detectada por el Imperio.

Durante esta guerra sucedió otro hecho importante en la historia de los Hijos. Durante una gran batalla, el psíquico más poderoso entre los Hijos perdió en control sobre la energía disforme que estaba acumulando y explotó. Todos los seres vivos a varios kilómetros a la redonda murieron en la brutal detonación. No obstante, los Hijos caídos no perdieron sus Corpus como solía suceder, sino que sus almas fueron literalmente arrancadas de sus cuerpos, con lo que fallecieron de manera definitiva. Se calcula que este suceso perdieron la vida casi dos mil Hijos.

Como consecuencia, el Primogénito (Esto es, líder electo de todos los Hijos) dimitió, no sin antes prohibir el uso de poderes psíquicos, para evitar que sucediese nada parecido. Incumplir esta norma es castigado con la incineración, aunque se permite un pequeño uso de esos poderes sin que se active el mecanismo de ejecución.

Aquí fue el momento en el que el actual Primogénito, llamado Nathaniel Krieger, llegó al poder. Es mucho más activo militarmente hablando, y está llevando a cabo una campaña de conquista para añadir de manera definitiva varios planetas a las posesiones de los Hijos. Además es el único Primogénito hasta el momento que ha iniciado batallas en las que se anuncia como una facción diferente.

También fue el primero que aceptó que soldados imperiales se rindieran y lucharan para los intereses de los Hijos. El sistema se popularizó y en estas fechas hay una importante fuerza de tropas mercenarias luchando para los Hijos. Humanos, Astates, eldar, tau, kroots, véspides y rara vez algún orko. A los seguidores del Caos y los eldar oscuros no se les da la posibilidad de rendirse, y los necrones ni siquiera lo aceptarían.

Los Hijos mantienen buenas relaciones diplomáticas con casi todas las razas. Son excelentes aliados de los Tau desde su aparición como raza inteligente. Ambas facciones han participado muchas veces en campañas conjuntas, y han hecho intercambios de tecnología. Por ejemplo, los Hijos obtuvieron las armas de Inducción y Lineares, y los Tau el conocimiento del funcionamiento del cerebro. No obstante, ni siquiera ellos tienen permiso para acercarse a Geminga.

10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Más? No hay más! XD

      Hasta aquí es donde puedo expandir el trasfondo. Puedo hacerlo más detallado en lo que tengo ya escrito, pero ampliarlo hacia el futuro requeriría un conocimiento muy profundo de Warhammer 40K, cosa que no tengo. ^^"

      No obstante, me alegro MUCHO de que te guste! Te considero toda una referencia en conocimiento de Warhammer, y recibir tu aprobación es mucho ^^

      Eliminar
  2. O me perdido o por el medio el trasfondo dice que se prohiben en geminga la presencia de corp y luego continuas diciendo que sigue habiendo vida en dicho planeta. osea que la civilizacion esta formada por personas usando corp fuera del planeta y los del planeta con su propio cuerpa, cuando mas arriba dices que todos aceptaron rechazando su propia vida real por los corps.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah, creo que ya sé a lo que te refieres.

      Te lo explicaré con un ejemplo sencillo. Has visto Matrix, verdad?

      Bien, imaginemos que en la peicula no hubiera humanos libres, fuera del control de las máquinas.

      El mundo real, fuera de matrix, es Geminga. Todo lo que hay son un montón de cuerpos que no hacen nada, están conectados a una compleja maquinaria que transmite sus pensamientos a otro lado. Está prohibido estar en ese mundo real.

      El mundo de matrix es el resto de la galaxia. Los Hijos viven allí como cualquier persona 'normal', pero no es el mismo sitio donde están sus cuerpos reales.

      Hum...lo he dejado claro? Creo que lo puedo haber liado más XD

      Eliminar
  3. creo entender con tu explicacion que segun el trasfondo hubo una segunda guerra encubierta en la que se impuso vivir en corp y corp de repuesto sin devolver la mente nunca mas al cuerpo original.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Casi. El alma no se ha sacado del cuerpo original, sino que el cuerpo original está inactivo y está controlando por 'control remoto' el cuerpo articifial.

      Los Hijos no saben sacar almas de cuerpos. Los únicos que pueden son los Necrones.

      Muchas gracias por preguntar!

      Eliminar
  4. Ahora ya lo entiendo, entonces en el parrafo que dice q mandaron capsulas al espacio desde el planeta tienes el trasfondo revuelto porque es donde pierdo el hilo de la historia y ya no me entero de anda correctamente.

    Recomiendo que lo revieses y corrigas detallando un poco mas la historia.

    ResponderEliminar
  5. Relamente interesante este trasfondo y muy diferente. Da por si sólo para sacar una novela...o varias. Lo cierto es que un ejército con ese trasfondo es propio de un Códex. He detectado una pequeña inchoerencia. Y es sobre los prisioneros que se pasan al bando de los Hijos de la Caída. Los Astartes no traicionarían al emperador por una simple rendición. Un cosa es que el Caos, con el poder de sus dioses oscuros los corrompa y se traicionen al imperio. Pero un Astarte nunca traicionaría al imperio por el simple hecho de salvar la vida. También hay algún acontecimiento poco claro que he tenido que releerme un par de veces para entenderlo. Pero en líneas generales he disfrutado mucho leyendo.

    Por lo demás te felicito, me parece un trasfondo muy interesante y me inspira para diseñar algún escenario. Antes de ello prefiero analizar las unidades de tu ejército para ver que pueden dar de sí.

    Un muy buen trabajo Ghazzkhull.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un gritón de gracias! ^^ Me alegro MUCHO de que te guste.

      Sé que no soy muy bueno escribiendo. Lo verás sobre todo en los trasfondos de las unidades que he escrito ^^" Ese es uno de los motivos por los que no escribo historias.

      Lo sé, y me fastidia mucho. Quiero que haya Astates y Hermanas de Batalla luchando con ellos, pero tienes razón en que no traicionarían al Imperio, ni aunque se les ofreciese la Verdad. En especial la Hermanas. Tal vez si les ofrezco galletitas? XD

      Raro que no hayas dicho nada sobre los orkos. Siempre pienso que podrían ser buenos mercenarios (Mira los Hacha Sangrienta), pero nadie quiere contratarles (no les culpo)

      Eliminar